22 de diciembre de 2009
-¿Cómo podemos conseguir más tiempo? -Pregunto Violet-.
La inventora eres tú -contestó Klaus mientras se abrochaba el abrigo.
-Pero no se puede inventar algo como el tiempo -dijo Violet-.
Puedes inventar máquinas automáticas de hacer palomitas. Puedes inventar limpiaventanas que funcionen con vapor. Pero no puedes inventar más tiempo.
Quizá Lemony Snicket, tuvo razón al escribir aquella escena y es que se trata de una serie catastrófica y desdichada, utópica en cierto sentido y en el contexto de la propia obra, alocada. El año culmina y varias de las personas se encuentran en la disyuntiva de poder elegir vivir agradecido por lo que hicieron de su vida durante este tiempo o lamentarse por lo que no hicieron. En cambio algunos viven con gusto la dadiva de empezar un año en el que pueden hacer realidad los objetivos que aún no se convirtieron en realidad, algunos otros se ven acompañados por el deseo de superación personal y por el esperanza inexplícita de materializar cada sueño.
Ya queda atrás el 2009, que será inolvidable, quedaran inmortalizados los momentos que nos hicieron suspirar, los nuevos amigos, los momentos en que robamos besos, los momentos en que nos sentimos más miserables que Edgardo Allan Poe, momentos en los que tuvimos que callar, por el temor de hacer daño con nuestras palabras, momentos en los que tuvimos que actuar con tenacidad, momentos en los que el sentido de la moral y lo correcto prevalecieron, a pesar de las reprimendas en que pudieron convertirse, todos esos momentos y muchos más que sin duda son momentos que valieron la pena.
Por otra parte, es difícil pensar en el año que esta por empezar sin mencionar que alguna parte de nosotros, ha cambiado, y que bueno, puesto que cambiar y adaptarse a los nuevos vientos, nos hace crecer y tener más responsabilidades, también me hace pensar que crecer es parte de la vida, casi como vivir y ser juzgado, lo bueno es que no hemos crecido en el tiempo de la Santa Inquisición, cosa que hay que agradecer a la historia por recordárnoslo.
Se viene el 2010, ¿Qué vendrá para nosotros? ¿Qué nos deparará?, nadie de la humanidad lo sabe, inicia una nueva década, trescientas sesenta y cinco nuevas oportunidades de ser feliz, se vienen días en los que no vamos tener ganas de levantarnos para ir a trabajar, días en que no querremos dormir por el temor de que terminen, días en los que regocijo y la gracia será nuestra carta de presentación, días en los que la felicidad será más entrañable que un buen amigo, por eso hoy;
Quiero confesar (como el mismo Victor Hugo) que queda en mí, el alma de un infeliz consolado en su infortunio, y que da gracias a Dios.
Da gracias a Dios por ¡ustedes y por un prospero año!
Da gracias a Dios porque el tiempo sigue, continúa y que indudablemente seguirá, ojalá que alguno les pueda pertenecer a cada uno de ustedes, aquellos que considero ¡amigos!
Me reitero de ustedes.
Sr. Yefrin M. Chávez
