jueves, 8 de julio de 2010

Los niños, los borrachos y los pulpos siempre dicen la verdad


Los niños, los borrachos y los pulpos siempre dicen la verdad (twitter de Katia D´Artigues)


El día de ayer se enfrentaron a duelo el equipo alemán contra el equipo español en un encuentro para alcanzar la final de la copa mundial de la FIFA, curiosamente un día antes del encuentro un ser poco usual, el cefalópodo de nombre Paul predijo que el equipo alemán caería derrotado por el equipo español, y es que este octópodo viene prediciendo los partidos desde hace mucho tiempo, atinando casi en un 99% de las ocasiones, ¡lo que parece raro!, científicamente no se puede comprobar que tenga razón (esto es estadísticamente), puesto que obedece a un patrón poco común y resulta que aunque podamos medir todos los datos numéricos referentes a un recuento, para obtener la probabilidad de los eventos en este caso p y q, esto es p(x), tendríamos una inferencia basada en nada, puesto que los supuestos del evento en cuestión (en este caso la victoria o la derrota, según prefiera el estadísta “en este caso Paul”), estaría basada única y exclusivamente en un animal que no tiene el uso de la razón (por lo tanto no podría ser estadista, ¡cosa que me alivia!). Además hay otro problema como es un encuentro de fútbol, los resultados no pueden ser al azar, más bien obedecen a un patrón, relacionado a la curva de la normal, específicamente podríamos articular una hipótesis nula y una alternativa, por lo tanto Paul no podría suponer sin pruebas en base a su razonamiento, que hipótesis rechazar, lo que refuerza mi teoría de que el pulpo Paul no podría predecir de forma lógica y razonada el resultado de cualquier partido tomado al azar, aunque no explica porque ha acertado el pulpo Paul en tantas ocasiones.

Sin embargo y a la vista de los hechos, puede que la ciencia no explique este tipo de eventos y es por eso que mi amigo Pablo Hiriart columnista-editor del periódico La Razón, dice explícitamente “el pulpo ese me tiene hasta los tentáculos. Confirma que no sólo latinos y africanos buscamos oráculos estrambóticos. No somos nada” también agrega “La especie humana no puede vivir sin oráculos, desde los sumerios, los griegos, etc.” y culmina con “El pajarito que saca el papel con el futuro, sapos que predicen el tiempo, perros que oyen temblores… ¿Subdesarrollo? No, condición humana “ y esto me hace entrar en discusión conmigo mismo, porque aunque no puedo explicar porque no confiar en el resultado que vaya a dar Paul al partido de Holanda y Alemania, solo nos queda dudar, porque eso hace la ciencia y en este caso la estadística.

Esto me lleva a un hecho contundente, que también es la conclusión y que en palabras y razón de Voltiere queda mucho más linda que las mías “La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda”.

Esto me lleva a una recomendación; estadísticamente ningún equipo de fútbol que se alzara con la copa mundial ha iniciado perdiendo el primer partido de esta justa (caso del encuentro de España-Suiza), además si se ve el registro de partidos del equipo Holandés veremos que desde hace mucho no pierde, contrario al equipo Español, la cuestión es que hay que decir quien ganará el encuentro, y entonces los supuestos anteriores dan una clara victoria del equipo Holandés, pero si analizamos las posibilidades como un evento único, para ambas escuadras los casos se igualan, puesto que partimos del supuesto que este encuentro es un evento al azar y por lo tanto ambas escuadras tienen una p= 0.5 y una q= 0.5 (aclaro, no significa que se vayan a penales), lo que me obliga si quiero acertar al resultado final, basarme en la decisión de Paul, puesto que aunque no puedo explicar del porque acierta, hasta ahora tiene razón, entonces si Paul dice que ganará Holanda, la probabilidad de que suceda este evento sería de 82.5%, pero si dice que es España la probabilidad de que suceda este evento sería de 49.5%, entonces, sea cual sea el caso que refiera Paul, estadísticamente solo hay un resultado, y este da como ganador a Holanda, esto demuestra que científicamente Paul se va equivocar si escoge la bandera de España, pero después de todo, como es estadística, siempre habrá alguna variable que yo no tome en cuenta, lo que me lleva a tener un error, que por pequeño que sea, puede que suceda en un evento al azar, lo que indica que puede que España sea Campeón (conozco a una persona que estaría encantada con que sucediera este rarísimo evento).

Además los holandeses cuentan con un dicho a su favor, ¡la tercera es la vencida! y los españoles con la composición de la obertura de Richard Wagner basada en la leyenda del “El holandés herrante”.

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