Un regalo lleno de ponzoña
Barack Obama fue anunciado como el ganador de este tan prestigioso premio, intervenciones en el caso Guantánamo, un acuerdo de desarme nuclear y el tan famoso discurso de unión, en el Cairo. Si analizamos con detenimiento, parece que no son razones suficientes para poder tener derecho a este prestigioso premio, recordemos que Mahatma Gandhi, no lo obtuvo sino hasta la quinta ocasión, creo sin embargo que quienes dieron el premio, tienen más esperanza que yo.
Si me lo preguntan, nunca antes Noruega tuvo gran poder sobre las políticas exteriores de Estados Unidos, me parece que Noruega atrapó a Obama. Quienes tenemos fé en Obama, pues este premio, no nos garantiza que suceda algo, simple y sencillamente las cosas irán igual, incluso con mucho más lentitud, prácticamente los problemas que tiene Obama en los próximos meses son en verdad difíciles, si agregamos que debe de liderar a un mundo globalizado con las nuevas herramientas y metodologías para salir del escoyo económico que una vez titule “La Tormenta Perfecta” pues, en verdad el panorama es complicado.
En mi opinión Obama obtiene un premio que no merece, pero sin duda es el personaje con mayores posibilidades de poder merecerlo en un quinquenio, ojalá que sea el primer personaje que cuando ya haya logrado sus objetivos de convertir un mundo sin guerras, puedan darle de nuevo el premio, entonces podré decir que este post, nunca tuvo sentido. Sin embargo debemos recordar que los demócratas hoy en día apuestan a que Obama, sea reelecto para las próximas elecciones, y que una de las promesas de campaña de fue retirar sus tropas del oriente medio, sin embargo si esto no sucede antes de las elecciones, es muy probable que no lo lleguen a reelegir, y este premio viene en realidad a comprometer aún más su candidatura.
Quienes creemos que, el premio fue montado en una enorme expectativa y para los románticos que creemos en un mundo sin fronteras, sin rencores, sin odio, vaya… sin guerras, está es la más grande esperanza “real” en mucho tiempo.
